Monday, August 30, 2010

Alaska

En Alaska

Muy diferente la costa del Pacífico al interior del Estado de Alaska. Hace unos años dimos un paseo por el interior de Alaska. Era verano y todo estaba relativamente seco. Esta vez el viaje fue en primavera en un crucero por la costa del Pacífico y el clima que encontramos fue húmedo y frío. Pero bueno, aquí presentamos algunas de las fotos y el relato de este último viaje que ya se irá componiendo.


Juneau, Alaska

La costa del Pacífico de los Estados Unidos y Canadá, entre los estados de Washington y Alaska, son bien populares en los viajes de cruceros. Estas son fotos en una visita a Juneau, la capital de Alaska, en uno de esos viajes en crucero. Es tanto el tráfico turístico que Juneau recibe que gran parte de la ciudad, al menos alrededor del puerto, ha sido adaptada a tiendas para ese mercado. Dejando atrás los atractivos artículos empezamos a ver algo de la ciudad que el oro creó. Sí, esta ciudad fue el resultado directo de la fiebre del oro en Alaska.


En Alaska

Juneau es una ciudad pequeña. Por lo general muchas de las capitales de estados no son ciudades muy grandes, pero aun bajo estos conceptos, Juneau es pequeña; según los estimados del censo en el 2003 la población no llegaba a los 32 mil habitantes. Como capital de estado encontramos muchos edificios del gobierno y cierto aire de responsabilidad muy lejos del típico en otros lugares turísticos. Es una ciudad muy húmeda, la lluvia anual se mide en pies, no pulgadas, pero esto no es de sorprender ya que tal y como en Texas todo es grandioso, en Alaska es gigantesco; y así son las montañas que limitan a Juneau al este, o al menos tal parecen después de subirlas en un teleférico que allí hay.



En Alaska

Ketchikan es el primer puerto en Alaska para aquellos que viajan por mar desde otra destinación al sur. Con el auge del turismo provocado por la popularidad de los cruceros, Ketchikan se ha adaptado para complacer la lucrativa industria turística y tan pronto se baja uno del barco se enfrenta a innumerable cantidad de tiendas de artículos que atraen al visitante. Por alguna razón las joyerías aparentaban predominar entre las tiendas que encontramos en este viaje. Una vez que logramos poner la atención en lo que buscamos y no en lo que nos quieren vender, empezamos a descubrir el Ketchikan que nos habíamos imaginado. Este lugar, entre las muchas otras cosas que lo califican, es verdaderamente un lugar donde aun viven y operan leñadores y pescadores. Los bosques son impresionantes, le llaman bosques de lluvia, pero no son como los bosques lluviosos del trópico, son bosques de pinos y llueve tanto en la región de Ketchikan, realmente en gran parte de la costa del Pacífico en Alaska, que nos imaginamos que por eso le llamen bosques de lluvia. De la pesca, bueno, a Ketchikan le llaman la Capital del Salmón del Mundo, y en la ciudad hay una de esas escaleras de concreto que regulan la bajada del río, donde en la temporada los salmones la suben brincando de escalón en escalón para admiración de aquellos dichosos turistas que logren sincronizar su viaje con la corrida del salmón.


Hielo en Alaska